BlogConoce la empresa que llenará desde el espacio los vacíos de la cobertura móvil.
AST & Science ha desarrollado la primera red de banda ancha por vía espacial.
Millones de personas en el mundo sufren hoy problemas de cobertura y viven privadas de los beneficios de la sociedad digital. La banda ancha móvil tradicional, que necesita torres de comunicación, no llega a todas las regiones del planeta, pero esos vacíos podrán llenarse en un par de años gracias a la solución desarrollada por la compañía tecnológica AST & Science, que lleva tiempo trabajando en construir la primera red de banda ancha móvil que se transmitirá directamente desde el espacio. Ya sea en el rincón más remoto, en zonas rurales o en medio de un desastre natural, los ciudadanos permanecerán conectados sin tener que invertir en un hardware especializado y costoso.
Abel AvellánA la cabeza de este ambicioso proyecto está Abel Avellán, que atesora una trayectoria de 25 años en la industria espacial y es coinventor de 18 patentes. Desde su casa de Florida (Estados Unidos) explica a este periódico que la finalidad de la empresa fue, desde su nacimiento, «democratizar el acceso a la información y el conocimiento de manera que no importase el lugar de residencia o de trabajo para poder tener acceso a internet».
Actualmente para alcanzar la conectividad se requieren equipos especiales, pero la red satelital de AST & Science será capaz de cubrir cada centímetro del planeta eliminando esa limitación. Al no llevar aparejada la instalación de infraestructura terrestre, la propuesta de la firma es rentable en todo tipo de ubicaciones, incluso allí donde la densidad de población es baja. Los destinatarios de esta tecnología comprenden un amplio abanico de usuarios. «Es la población mundial que ya tiene internet, pero quiere asegurarse de que su teléfono funcionará sin problemas independientemente de dónde estén y los 4.000 millones de personas que no tienen acceso a banda ancha», sostiene Avellán. La compañía probó con éxito su tecnología SpaceMobile abordo del satélite BlueWalker 1, lanzado en abril de 2019, y después de ese vuelo inicial ha continuado con el proceso de validación.
Prevé que los primeros 20 satélites se lancen en la segunda mitad de 2022 para dar servicios a lo largo de 2023. La empresa funciona bajo un modelo de negocio mayorista, de modo que trabaja solo con operadores, algunos de los cuales son inversores, como es el caso de Vodafone. En los próximos cinco-siete años estima que obtendrá acceso a unos 380 millones de abonados móviles.
«Creemos que va a disminuir el gap de acceso a comunicaciones, principalmente para gente que no está conectada. Empezaremos con las zonas ecuatoriales hasta llegar al norte de Europa», comenta el fundador de AST & Science, que el pasado mes de diciembre anunció su fusión con New Providence Acquisition Corp, una empresa de adquisición con fines especiales (SPAC, por sus siglas en inglés) que cotiza en Bolsa. Tras la operación, AST se convertirá en una compañía cotizada en el índice estadounidense Nasdaq 100 y tendrá un valor estimado de 1.400 millones de dólares en acciones. «A estas alturas pensamos que la tecnología la tenemos completa y estamos en la fase de fabricación. Uno de los mayores retos era la financiación del proyecto y con esta transacción tenemos los primeros 460 millones de dólares», señala Avellán.
Ayuda para combatir la despoblación
La tecnología puesta en marcha por AST & Science podrá contribuir a frenar el fenómeno de la despoblación que afecta de manera muy preocupante a tantos países, ya que pondrá fin a la mala o nula conexión a internet que todavía hay en determinados pueblos. «Es muy triste que la gente se tenga que ir de ciertas ciudades porque internet es malo. No habrá más justificación para eso», asegura Abel Avellán.