BlogApagar el cobre y certificar el salto a la fibra
Tecnología de vanguardía, mayor conexión y ahorro energético.
Telefónica cerrará una central de cobre al día hasta 2020. La red de fibra supone más velocidad, eficiencia energética y ahorro de espacio. El apagón del cobre supondrá un ahorro de energía del 60% y los residuos de la transformación serán reciclados o reutilizados.
El futuro y el presente de las telecomunicaciones tiene un protagonista, la fibra óptica. No era así hace unos años, es decir, el protagonismo era para la red de cobre, cuyo servicio comenzó en 1924. Sin embargo, los tiempos han cambiado y ahora tenemos que dar paso a la vanguardia tecnológica. La población exige cada vez más velocidad, digitalización y conectividad, y estas características están en el ADN de la fibra. Además, los seres humanos son conscientes de que el planeta necesita que seamos más sostenibles y ecológicos. Estando a las puertas de la era digital y conociendo todo este contexto, parece que no tenemos elección. Tenemos que apagar el cobre.
¿Qué significa cerrar la red de cobre?
Un tremendo salto. Los cierres de cobre significan un 60% de ahorro de energía y un ahorro de espacio cercano al 80%. Además, los materiales y los residuos serán reciclados o reutilizados. No sólo es una cuestión sostenible, sino que también supone un ahorro de espacio, una simplificación de los procesos y un enorme salto en el rendimiento. La fibra proporciona una banda ancha ultrarrápida, eficiencia energética y un material mucho más fuerte que el cobre.
Para darle una idea del ahorro de espacio de este cambio, un arnés de cobre con 2.400 cables sirve a 2.400 servicios y un cable de fibra de 256 “filamentos” sirve a 16.384 clientes. Mucho más con mucho menos.
Cerrar una planta de energía de cobre por día hasta el 2020
En este escenario, Telefónica quiere despedirse del cobre. La empresa de telecomunicaciones estima que para el 2020 habrá logrado cerrar las 653 centrales que faltan, es decir, estará a un ritmo de una planta por día estos dos años. En 2018 el cierre se fijará en 253; en 2019, en 200; y en 2020, en otras 200.
El objetivo de este plan de transformación es completar la cobertura de fibra por una red digital e impulsar el cambio definitivo de sus clientes. Este cambio mejorará la experiencia de servicio y abrirá la puerta de par en par al futuro digital. Hoy en día, Telefónica puede afirmar que está a la vanguardia de Europa en el despliegue de la banda ancha